Un diario para Aria
(Capítulo VIII)
Dar la noticia a su mamá
Todo esto había transcurrido en horas de clase, a la salida corrieron a su casa, el primero en llegar fue su hermano Ariel, el cual esperó la llegada de Aria.
Los dos a la vez le dimos la noticia a mamá. Esta se puso muy contenta, nos felicitó a los dos por igual y dijo, ahora hay que buscar quien les apadrine.
—Apadrine —preguntó Aria y Ariel al Unísono—.
— S, continuó —para confirmarse hay que ir acompañado de alguien—.
—¿De quién?
—Preguntamos.
—No os preocupéis por ello, pues ya hay varias personas que se han ofrecido, aún faltan unos días para el acontecimiento . Hay tiempo suficiente.
Fueron días de ajetreo, sobre todo para la madre, tenía que confeccionarles la ropa para la ocasión, no solo para los dos hermanos, también para ella y dos hermanos más. Aunque haya dicho anteriormente que eran siete hermanos, por ese entonces el número era de cuatro.
Llegada la ocasión todo estaba preparado, incluidos nuestros padrinos. Debo decir que la madrina de Aria se llama como ella, además de haber nacido el mismo día y mes, con la única diferencia de que ella nació algunos años antes, aunque pasen tiempo sin verse, la recuerda con mucho cariño.