Un diario para Aria
(Capítulo XIV)
Reflexión final
Es hora ya de actuar, olvidarnos de tanta falsedad, ayudando a los demás, también del egoísmo, compartiendo, sin esperar que nos regalen, empezando a regalar, dando las gracias a la hora de cenar, porque por poco que tengamos, siempre habrá quien no tenga nada. Si amar es perdonar, igualmente lo es regalar, sobre todo a quien lo pueda necesitar, no lo olvidemos nunca, para que así se acabe en el mundo, hambre, guerra y todo lo que pueda afectar a la humanidad.