Receta de 🐌 Caracoles con jamón serrano. Hoy vamos a elaborar una suculenta receta de caracoles en salsa con jamón serrano.
▷ Caracoles con jamón serrano 🐌
2 kilos de caracoles congelados
1 ramita de hierba huerto fresca* (hierba buena)
*Del mismo modo, nos valdrá congelada.
*En la Categoría de Curiosidades. Ver Congelar hierbas aromáticas
2 guindillas rojas frescas pequeñas
4 tiras de tocino ibérico, de la parte de la piel
Vinagre de vino blanco
Agua
6 tomates grandes, bien maduros
200 gramos de jamón serrano
Sal gorda marina
Azafrán o colorante
Pimentón choricero (o en su defecto dulce)
1. En primer lugar y como hemos optado por los caracoles que se compran congelados, que vienen ya purgados, por lo tanto nos bastará con ponerlos en un recipiente grande y lavarlos con agua fría debajo del grifo, añadiéndoles un buen chorro de vinagre blanco de vino, repitiendo esta operación un par de veces para lavarlos bien lavados, desechamos todos los que estén rotos.
2. Después de lavados los metemos en un caldero, los cubrimos de agua fría y los ponemos a hervir a una temperatura alta.
3. Seguidamente y en el momento en que el agua comience a hervir y echar espuma, retiramos el caldero del fuego, los volcamos con mucho cuidado en un escurridor y los lavamos con agua debajo del grifo.
4. Después, volvemos a meterlos en la cazuela y cubrirlos de agua y hervirlos de nuevo 1 vez más, en el momento en que el agua comience a hervir y echar espuma, retiramos el recipiente del fuego y volvemos a repetir la operación de escurrirlos y lavarlos.
5. A continuación, repetiremos esta operación por última vez (por lo que serán tres veces las que les cambiamos el agua).
6. Luego y en esta ultima agua, le añadimos la ramita de hierba huerto (hierba buena) y las guindillas, dejándolos que hiervan 20 minutos.
7. Después, de los 20 minutos les añadimos, las tiras del tocino ibérico y dejamos que hiervan 10 minutos más.
8. Por último y después de esos 10 minutos, apartamos los caracoles del fuego, los escurrimos y están listos ya para añadirle la salsa.
1. En primer lugar, lavamos pelamos y trituramos los tomates.
2. A continuación, cogemos una cazuela, metemos en ella el tomate triturado, un poco de sal gorda, una pizca de colorante, otra de pimentón choricero (en su defecto nos valdrá el dulce) y dejamos que comience a hervir.
3. Después, de que comience a hervir, le añadimos el jamón serrano partido en daditos, removemos y dejamos hervir unos 10 minutos a fuego medio bajo, teniendo mucho cuidado el no quemarnos con las salpicaduras.
4. A continuación y transcurridos los 10 minutos apagamos el fuego y apartamos la cazuela con la salsa.
5. Después, cogemos los caracoles que habíamos dejado escurriendo y los volcamos en una fuente, quitándoles las tiras de tocino y desechándolas.
6. A continuación, cogemos la salsa y la volcamos por encima de los caracoles.
7. Seguidamente, removemos, pero con mucho cuidado de no romper los caracoles.
8. Después, los dejamos reposar el mayor tiempo posible, para que los sabores se mezclen bien.
9. Luego, podemos llevar los Caracoles con jamón serrano a la mesa, en la misma fuente donde los hemos mezclado con la salsa y que los comensales se sirvan de ella, al gusto de cada uno.
10. Pero, también se pueden llevar ya emplatados.
11. Se pueden llevar ya con algunos palillitos en el plato.
12. O llevar el palillero y que los comensales los vayan cogiendo, según sus necesidades.
13. La forma de servir los Caracoles con jamón serrano, la elegís vosotros al gusto de cada uno y a disfrutad de ellos.
1. Una buena recomendación, es que se hagan los caracoles el día anterior. Puesto que, así estarán más sabrosos a la hora de comerlos. Si elegís esta opción, recomiendo retirar la guindilla después de que los caracoles se hayan enfriado. A no ser, que os encante el picante.
2. Si estos Caracoles con jamón serrano, los hacemos en verano, es recomendable guardarlos en el frigorífico. Luego, los podemos calentar un poco antes de servirlos.
3. No nos podemos olvidar, de poner un buen pan en la mesa. Pues, recordad que los caracoles están ricos. Pero, todo su sabor ha quedado en la salsa. Por lo tanto, hoy está permitido el mojar pan en ella y hasta chuparse los dedos, si os apetece.