Contenidos
ocultar
Sabor a sal yodada
Cada día, salía de casa a pasear
La hora elegida, las seis de la mañana
Su itinerario favorito, el paseo que bordeaba el mar
Ese mar, que añoraba cuando no lo podía ver
Discurrir por su orilla, lo hacía feliz
Le gustaba inhalar su fragancia
Ver batir sus olas
Oírlas como rompían su trayectoria
Que lo hacían en las rocas del malecón
Le seducía el color blanco, de la espuma de las olas al romper
Al hacerlo algunas gotitas de mar, iban a parar a su cara
Y ciertas de ellas, en su boca entraban
Aprovechaba el momento, para catar su sabor a sal yodada
Deleitaba el olor de las algas
Podía alterar el horario de su paseo
Pero de ningún modo, su ruta cambiaría
Ya que, el no poder ver el mar
Su vida fenecería