Sin nada en sus picos
Era una tarde oscura,
de nubarrones en el cielo
Soplaba un fuerte poniente
Las gaviotas revoloteaban por el agua,
iban en busca de alimento,
lo hacían en la orilla,
y no mar a dentro
Desde lo alto del acantilado,
yo las contemplaba,
a la vez que sostenía entre mis manos,
a mi pequeño perro
Las gaviotas muy sincronizadas,
entraban en el agua
y luego de ella salían
Las voladoras gavinas,
bajaban sin nada en sus picos
y cuando del agua surgían,
un pescado en sus picos, tenían