Imagina auroras boreales
Cada tarde, veía las puestas de sol
a través de la ventana de aquel manicomio,
allí, lo habían recluido hacía ya diez años
y no porque estuviera loco,
todo había sido un mal entendido
Él, contemplando aquellos ocasos
se imaginaba que no estaba recluido,
que vivía en libertad
y que lo que contemplaba cada tarde,
no era otra cosa que auroras boreales,
aquellas que había contemplado una década atrás
y nada más y nada menos
que con quien lo había mandado a encerrar
Todo ello, porque una tarde de mucha lluvia
él se había retrasado a la hora de ir a buscarla
y al llegar, el agua la había calado ya
Ella, eso a él no se lo perdonó
y allí, encerrarlo ella ordenó
Desde ese día
y cada tarde, a través de aquella ventana,
él veía las puestas de sol
imaginando que vivía en libertad
contemplando auroras boreales
Imagina auroras boreales –
(c) –
Maria Milagrosa Reyes Marrero