Yogur natural,
café negro,
zumo de naranja,
tostadas con mermelada,
unas veces de naranja amarga,
otras de melocotón,
ese era el desayuno diario
de la señora Rosario
A media mañana,
un vaso de leche
y tres nueces
Para comer,
una ensalada de lechuga y tomate
acompañada de un filete de rape
y de postre,
una manzana asada
A la hora de la merienda,
un té verde
y una rebanada de pan negro
con tomate y jamón de cerdo negro
Para cenar,
se preparaba un plato de habichuelas
con un filete de pollo espolvoreado con canela
y de postre dos ciruelas
Como siempre se iba tarde a la cama
calentaba un vaso de leche desnatada
y se lo tomaba
El menú de la señora Rosario –
(c) –
Maria Milagrosa Reyes Marrero