Contenidos
ocultar
El carruaje
Dos semanas antes de la feria,
Ofelia tenía ya, su bata de cola almidonada,
su mejor mantilla, lavada y planchada,
la peineta lista para en su moño hincar,
unos pendientes de nácar,
elegidos a juego con el collar,
sin las pulseras obviar,
hasta los zapatos de lunares,
había comprado ella ya
En su cómoda,
a la espera de ser usadas,
estaban, su sombra de ojos azul añil,
un lápiz de ojo negro pizarrín,
y para sus labios, una barra color carmín
Pero a Ofelia, lo que realmente le gustaba
y le hacía mucha ilusión,
era su carruaje, guardado en su garaje,
ya que el día de la feria,
su carruaje, iría tirado por dos caballos de puro linaje