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Siempre decía no
Su palabra favorita era, no
Por la mañana al despertar
Pensaba, hoy no me quiero levantar
Al levantarse, se decía
No quiero ducharme
Después de haberse duchado
Especulaba con no secarse
Ya seco, no le apetecía vestirse
Tras vestirse, debía desayunar
Pero no lo deseaba
A continuación debía lavarse los dientes
Lo hacía de mala gana
A continuación debería salir de casa
Algo obligado para ir a trabajar
No aspiraba salir a la calle
Y mucho menos el ir a trabajar
Sin embargo de casa salía
Para luego el camino del trabajo tomar
Mientras lo recorría, no quería llegar
Para no tener, labor que comenzar
Al llegar, no paraba de trabajar
Al finalizar la jornada, a casa no quería regresar
Cuando al fin llegaba, no le apetecía de ella salir
Jamás, decía si siempre decía no
Un día acababa, uno nuevo llegaba
Con el nuevo día, la retahíla empezaba
Su palabra favorita era no, constantemente
El era así, negativo y algo contradictorio
A la vez, tenía un asomo de inapetente
Además, no mostraba alegría por nada
Era asimismo, apático y nada empático
Su palabra favorita era, no
