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No te aísles
Aislado, solo y abandonado
Así se sintió en aquel lugar
Mirando a su alrededor, advirtió
Que se encontraba metido en una celda
Encerrado y tropezándose con su soledad
Los días pasaban y nadie lo visitaba
No entendía el porqué de su encierro
Tampoco el sentido de su soledad
Lo peor que sobrellevaba era el abandono
La desidia en la que se hallaba
Mientras el tiempo pasaba
A su aislamiento iba reconociendo
Y a su soledad adiestrando
Pero seguía sin entender
Porque de él habían renunciado
Las hojas del calendario seguían pasando
A la vez, se hostigaba indagando
Hasta que un día la respuesta hayo
Y por fin comprendió
Lo que de verdad le estaba pasando
No estaba encarcelado
Lo que estaba era muerto
No, no estaba encerrado
Ya que, lo que estaba era enterrado
Esa era la respuesta a su aislamiento
Por fin comprendió su soledad
Aceptando irse de este mundo
Reconociendo que fue él, quien había abandonado
Y no fueron los demás, quienes le abandonaron a él
A partir de ese día, ya no se sintió aislado
Tampoco solo se encontró
Y mucho menos abandonado
No te aísles
Si lo haces, tú mismo te encerraras
Relaciónate con los demás
O solo te encontraras
Cuida tanto de ti, como de los demás
Para que de ese modo
No te sientas ni te veas jamás
Aislado, solo y abandonado
