Poner los cinco sentidos
Cierro los ojos
y con ellos cerrados
retrocedo en el tiempo
y veo de nuevo el pasado.
Me tapo los oídos
y con ellos tapados
sigo oyendo la sonata
que tocaba mi abuela
sentada en su viejo piano.
Me tapo la nariz
y con ella tapada
sigo oliendo los efluvios de violeta
del perfume de mi amiga Julieta.
Cirro la boca
y con ella cerrada
no dejo de relatar
ese discurso
que mañana
yo he de dar
en la iglesia de pueblo
delante del altar.
Me ato mis manos
y con ellas atadas
me sigo estremeciendo
del mismo modo
que cuando con ellas
toco tu cuerpo
y poco a poco
lo voy recorriendo.
Poner los cinco sentidos –
(c) –
Maria Milagrosa Reyes Marrero