▷ Isla Coralia ✍
Isla Coralia Mientras la mayoría de los pasajeros, no se atrevían a levantarse de sus asientos, por miedo a terminar por el suelo, a causa del vaivén que, por culpa del gran oleaje formado, a raíz del mal tiempo acaecido ese día.
Isla Coralia Mientras la mayoría de los pasajeros, no se atrevían a levantarse de sus asientos, por miedo a terminar por el suelo, a causa del vaivén que, por culpa del gran oleaje formado, a raíz del mal tiempo acaecido ese día.
A la sombra de un viejo especiero Aquella tarde había sido algo diferente de las demás, normalmente Yahel, tras terminar su jornada laboral, que solía ser las cuatro de la tarde, se dirigía a la estación de guaguas municipales, ya en ella se situaba en el estacionamiento de la ruta interurbana y tomaba la guagua número cinco, que era la que le llevaba de regreso a su casa.
De visita a la vieja librería ¿Me buscaba joven?, le pregunto una voz que provenía del fondo de la vieja librería, situada en una de las calles estrechas de la parte más antigua de la ciudad de Martina.
Alguien por mi nombre me llamó El reloj no dejaba de hacer tic, tac Y a mí el sueño no me terminaba de llegar Unas cuantas vueltas en la cama, me tuve aún que dar Y cuando creí que por fin dormida estaba yo
Tarde de ventisca En una tarde de ventisca Ella paseaba por la avenida Mientras el viento soplaba con fuerza A la vez que mecía las ramas de las palmeras
Sus pasos pausados Todos nacidos de una misma madre Y de un mismo padre Aún, siendo hijos de una misma sangre Unos, nacen niños Y otras, niñas nacerán
Hoy me he sonrojado Rojo, granate, rosado, morado y encarnado Rojo es el tomate cuando está maduro Granate es el color del mate, que yo me tomo cada tarde
Recuerdos relatados A veces, tenemos recuerdos Que en un principio no eran nuestros Pero, en algún momento Pasaron a ser parte de nuestros recuerdos