▷ Sin soltarse las manos ✍
Sin soltarse las manos Como cada tarde, la pareja de ancianos salían a pasear. Tras cerrar la puerta de la vieja casona, ya en la calle, se preguntaban a la vez, los dos ancianos todos los días lo mismo:
Sin soltarse las manos Como cada tarde, la pareja de ancianos salían a pasear. Tras cerrar la puerta de la vieja casona, ya en la calle, se preguntaban a la vez, los dos ancianos todos los días lo mismo:
No podía decírtelo amor mío Hacía ya mucho tiempo que no se veían, por eso esa mañana cuando Melani descolgó el teléfono después de que sonara y dijo. Sí dígame. Hola Melani, soy yo.